CNF: CIENCIA, NATURALEZA Y FUTURO



lunes, 6 de diciembre de 2010

LA LLUVIA DE SANGRE EN KERALA ¿PANSPERMIA?





EL EXTRAORDINARIO CASO DE LA LLUVIA ROJA SOBRE LA INDIA
Los investigadores aseguran que las células «extraterrestres» se reproducen a 121 grados.

"El científico que aseguró que una inusual precipitación en 2001 contenía células extraterrestres, dice ahora que éstas se reproducen"

En 2001, los ciudadanos de la ciudad de Kerala, en el sur de la India, se acostumbraron a que una lluvia de color escarlata cayera sobre sus calles durante dos meses. Godfrey Louis, físico de la cercana Universidad de Cochin de Ciencia y Tecnología, se interesó por el raro fenómeno, que en un principio parecía un vulgar caso de contaminación. Recopiló varias muestras y, bajo el microscopio, observó que el agua no tenía polvo ni arena, sino algo mucho más impactante: estaba plagada de células rojas, muy parecidas a los microbios de la Tierra, pero sin pruebas de ADN. Louis sugirió que las células podían ser extraterrestres, una idea que despertó más de una sonrisa de escepticismo, pero que recibió el visto bueno para su publicación en la revista científica Astrophysics and Space en 2006. Ahora, Louis y otros colegas de renombre afirman algo aún más inquietante: estas células, que ellos creen de otro mundo, se están reproduciendo.

Godfrey Louis consideró en su día que las células descubiertas en el agua de lluvia no pueden ser microbios terrestres porque no se encontraron pruebas de ADN. Al parecer, los glóbulos rojos son una posibilidad, pero deberían haberse destruido rápidamente al contacto con el agua de lluvia. En una extraordinaria explicación, sugirió la posibilidad de que un cometa podría haberse desintegrado en la atmósfera superior y salpicado las nubes cuando flotaban sobre la Tierra, de ahí la lluvia roja. De hecho, aseguró que se recogieron informes en la región de un ruido similar al de un objeto que superaba la barrera del sonido, lo cual podría haber sido provocado por la supuesta roca espacial, al desintegrarse.

Desde entonces, Louis ha continuado con el estudio de estas células, con la colaboración de un equipo internacional que incluye a Chandra Wickramasinghe, un investigador de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) y uno de los principales defensores de la teoría de la panspermia, la idea de que la vida en la Tierra, como en otros mundos, fue sembrada por el impacto de un cometa o un asteroide, de forma que todos somos extraterrestres.

Vida a 121 grados

Ahora, según publica el MIT en su revista Technology Review, estos investigadores aseguran que las células rojas se están reproduciendo a temperaturas de 121 grados C. A temperatura ambiente, son inertes. Esto es extremadamente raro. Las esporas de algunos extremófilos pueden sobrevivir a este tipo de temperaturas y reproducirse a temperaturas menores, pero nada que conocemos se comporta así a esas temperaturas.

Aunque este comportamiento no implica, desde luego, el origen extraterrestre de estas células, Wickramasinghe y compañía no pueden resistirse a señalar una explicación tan exótica. Han examinado la forma en que brillan cuando son bombardeadas con luz, y dicen que es notablemente similar a distintos espectros de emisión no explicados en diferentes partes de la galaxia. Uno de estos lugares es el Rectángulo Rojo, una nube de gas y polvo alrededor de una joven estrella en la constelación de Monoceros. Aunque no se puede admitir semejante teoría sin más pruebas, nadie puede negar que se trata de un fascinante misterio.


MICROBIOS SOBREVIVEN AÑO Y MEDIO EN EL ESPACIO


Las bacterias resistentes son semejantes a las Gloeocapsas.  (Connecticut College)


"Las bacterias, recogidas de rocas de acantilados ingleses, han soportado temperaturas extremas y la exposición de rayos cósmicos"

Unos microbios han conseguido sobrevivir 553 días en las extremas condiciones del exterior de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), el complejo que orbita la Tierra a unos 360 kilómetros de altura. Estas resistentes bacterias, conocidas como OU-20 y semejantes a las Gloeocapsas, se esconden en unas rocas que fueron recogidas de los acantilados de la pequeña localidad de Devon, en Inglaterra. En el espacio, han resistido lo imposible: durísimos cambios de temperatura, la exposición a rayos cósmicos y a la luz ultravioleta, y, por supuesto, la falta de oxígeno. Las esporas bacterianas ya habían demostrado ser capaces de sobrevivir durante años en el espacio, pero ésta es la primera vez que durante un tiempo tan prolongado lo consigue una cianobacteria, una bacteria que realiza la fotosíntesis.


Según explica el responsable del experimento, Charles Cockell, profesor del Instituto de Investigación de Ciencias Espaciales y Planetarias de la Open University (OU), las bacterias pudieron sobrevivir gracias a que formaron una colonia multicelular que protegió a las células del interior, a que disponen de una gruesa pared celular y a que, posiblemente, tienen buenos procesos de reparación del ADN. La especie está relacionada con las bacterias que sobreviven en la Antártida y en los desiertos.
El experimento pretende averiguar si las bacterias pueden ser útiles a los astronautas en las futuras exploraciones del Sistema Solar, según informan los medios británicos. Por ejemplo, pueden servir en el reciclaje de sistemas de soporte vital o ser utilizados para extraer minerales de las rocas en la Luna o Marte.
El éxito de supervivencia de estas bacterias, que ya han sido traídas a la Tierra y actualmente están siendo estudiadas en laboratorio, refuerza la hipótesis de que microbios transportados en meteoros o asteroides podrían haber dispersado la vida en distintos planetas.

FUENTE: ABC (http://www.abc.es/) 

Hallan bacteria que modificará búsqueda de vida extraterrestre 

Lago "Mono Lake" cerca de la frontera entre California y Nevada.
D. FRIEDMANN Y B. LAITANO  

Científicos encontraron el primer microorganismo capaz de vivir del arsénico, considerado un veneno para cualquier ser vivo. El hallazgo cambia el paradigma de la Biología y abre nuevos horizontes a la búsqueda de vida extraterrestre. 

Lugar llamado "torres Tufa","Mono Lake", EEUU.
En diciembre de 2006 la joven astrobióloga Felisa Wolfe-Simon, graduada en Biología por el Oberlin College (2000) y en Oceanografía por la Universidad de Rutgers (2006), participó del taller ¿Árbol o bosque? La búsqueda de formas alternativas de vida en la Tierra, organizado por el Centro Beyond, de la Universidad de Arizona, donde la científica cursaba un postdoctorado. "Allí fue donde empezó todo", contó Paul Davies, quien también participó del descubrimiento. "Las palabras de Felisa fueron memorables por lo concretas. Muchas de las conversaciones del taller se planteaban como `tal vez` mientras ella dijo `esto es lo que vamos a buscar`", agregó. 

"Mono lake", EEUU.
La idea de Wolfe-Simon era que el arsénico, normalmente muy tóxico para los organismos vivos porque altera su metabolismo, podía sustituir al fósforo en la vida en la Tierra. Eso, que ahora probaron, redefine lo que los biólogos consideraban los elementos necesarios para la vida: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre.

"Mono lake", EEUU.
Tras finalizar su postdoctorado en la Universidad de Arizona, Wolfe-Simon se unió a Ronald Oreman, del Servicio Geológico de Estados Unidos, reconocido mundialmente por sus conocimientos sobre microbiología del arsénico. 
 
"Mono lake", EEUU.
En febrero de este año la científica, que se dedica también a la música, se define como "intrínsecamente multidisciplinaria" y cambia asiduamente el color y el largo de su cabello, registró en su blog el momento en que la NASA decidió financiar su investigación. "¡Es oficial! Felisa ha sido seleccionada para ser financiada por el Instituto de Astrobiología de la NASA. Como miembro de la NASA, ahora tiene el apoyo y el tiempo para continuar con su investigación (…) Estén atentos. En realidad, al final no se trata sólo sobre arsénico. Se trata de observar qué es, de pensar qué podría ser, importante y cómo encontrarlo". 

"Mono lake", EEUU.
EXTREMO. Felisa tenía razón y ayer estaba "emocionada" de poder compartir el descubrimiento. Su hallazgo -del que participaron otros 11 científicos y fue difundido ayer en Science- sacudió a buena parte del mundo científico. La variedad GFAJ-1 de la bacteria Halomonadaceae, que encontraron en lago Mono, en California, no sólo vive en el arsénico, sino que además crece incorporando ese elemento en las membranas de su ADN. 
 
"Mono lake", EEUU.
"La prueba de que el arsénico, un elemento tóxico, puede sustituir al fósforo como nutriente esencial de la biomolécula de una bacteria natural amplía el alcance de la búsqueda de vida fuera de la Tierra", señaló la Universidad de Arizona en un comunicado. 

"Mono lake", EEUU.
El estudio encabezado por Wolfe-Simon se enmarca en una línea que analiza los organismos extremófilos, que viven en condiciones extremas, explicó la astrónoma Andrea Sánchez a El País. En este caso, el lago Mono es un ambiente muy salado y con alto nivel de arsénico. 
 
"Mono lake", EEUU.
Para que una célula se pueda reproducir necesita información del ADN, para lo que es esencial la presencia de fósforo. "¿Por qué el arsénico es veneno? Porque puede engañar a la estructura, entre comillas, celular, porque tiene una química similar al fósforo. Cuando se sustituye fósforo por arsénico, en el próximo paso de replicación la célula muere porque está engañada por el arsénico", señaló Sánchez. Lo que descubrió este equipo fue que puso a esta bacteria en un cultivo donde había fósforo y arsénico, y lentamente fue bajando los niveles de fósforo y veía que igual se seguían reproduciendo las bacterias. Hasta que eliminaron totalmente el fósforo y se siguieron reproduciendo sin problema. Por lo tanto, son capaces de incorporar a la estructura de sus células arsénico, cosa que en los seres vivos, aún en las bacterias, no se había visto hasta ahora", agregó. El arsénico está inmediatamente debajo del fósforo en la tabla periódica.
Para la especialista lo que aportan este tipo de organismos extremófilos es "que el concepto que se tiene de vida es muy estrecho" y que "hay organismos que pueden sobrevivir en distintas condiciones". 

"Mono lake", EEUU.

Hasta ahora, uno de los principios rectores en la búsqueda de vida en otros planetas es que debían seguir a los seis elementos. "El estudio de Felisa nos enseña que debemos pensar más sobre qué elementos seguir", dijo Ariel Ambar, otro de los investigadores del equipo. Davies, en tanto, predijo que el nuevo organismo "es sin duda la punta de un iceberg grande, que tiene el potencial para abrir un dominio totalmente nuevo en la microbiología". 

La NASA fue contundente: "La definición de la vida se acaba de ampliar", señaló el investigador Ed Weiler.
Wolfe-Simon se plantó mirando al futuro: "Si hay algo aquí en la Tierra que puede hacer algo tan inesperado, ¿qué más puede hacer la vida que no hemos visto todavía? Es el momento de averiguarlo". Y agregó: "Esto es sólo el comienzo". 

Aspectos claves 

Hallazgo en lago de EE.UU. 
 
Científicos hallaron una bacteria que vive en el arsénico, descubrimiento que podría expandir la búsqueda de otras formas de vida en la Tierra y en el espacio. Fue patrocinado por la agencia espacial estadounidense (NASA).

Redefine reglas de la Biología
El descubrimiento redefine lo que los biólogos consideraban que eran los elementos necesarios para la vida: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. La bacteria crece incorporando el arsénico a su ADN.

Conferencia en Uruguay 
 
La investigadora Felisa Wolfe-Simon visitó Uruguay en septiembre de 2009 para participar en la Segunda Escuela Iberoamericana de Astrobiología. En ese marco dio la conferencia "Los microbios y las cuatro estrategias básicas para la vida en la Tierra" y reflexionó sobre la vida microbiana, "el tipo de vida más ubicuo, metabólicamente flexible y genéticamente diverso conocido en el Universo". En su página web www.ironlisa.com Felisa publicó dos fotografías de su visita a Uruguay, donde también visitó a una tía que reside en el Centro. 

FUENTE: EL PAIS

 
PANSPERMIA

Panspermia (del griego παν- [pan, todo] y σπερμα [sperma, semilla]) es la hipótesis que sugiere que las Bacterias o la esencia de la vida prevalecen diseminadas por todo el universo y que la vida comenzó en la Tierra gracias a la llegada de tales semillas a nuestro planeta. Estas ideas tienen su origen en algunas de las consideraciones del filósofo griego Anaxágoras. El término fue acuñado por el biólogo alemán Hermann Ritcher en 1865. Fue en 1908 cuando el químico sueco Svante August Arrhenius usó la palabra panspermia para explicar el comienzo de la vida en la Tierra. El astrónomo Fred Hoyle también apoyó dicha hipótesis. No fue sino hasta 1903 cuando el químico -y ganador del Premio Nobel- Svante Arrhenius popularizó el concepto de la vida originándose en el espacio exterior.

Existen estudios que sugieren la posible existencia de bacterias capaces de sobrevivir largos períodos de tiempo incluso en el espacio exterior, lo que apoyaría el mecanismo subyacente de este proceso. Estudios recientes en la India apoyan la hipótesis. Otros han hallado bacterias en la atmósfera a altitudes de más de 40 km donde, aunque no se espera que se produzcan mezclas con capas inferiores, pueden haber llegado desde éstas. Bacterias "Streptococcus mitis" que fueron llevadas a la Luna por accidente en la Surveyor 3 en 1967, pudieron ser revividas sin dificultad cuando llegaron de vuelta a la Tierra tres años después.

El mayor inconveniente de esta teoría es que no resuelve el problema inicial de cómo surgió la vida, sino que se limita a mover la responsabilidad del origen a otro lugar. Otra objeción a la panspermia es que las bacterias no sobrevivirían a las altísimas temperaturas y las fuerzas involucradas en un impacto contra la Tierra, aunque no se ha llegado aún a posiciones concluyentes en este punto (ni a favor ni en contra), pues se conocen algunas especies de bacterias extremófilas capaces de soportar condiciones de radiación, temperatura y presión extremas que hacen pensar que la vida pudiera adquirir formas insospechadamente resistentes. El análisis del meteorito ALH84001, generalmente considerado como originado en el planeta Marte, sugiere que contiene estructuras que podrían haber sido causadas por formas de vida microscópica. Esta es hasta la fecha la única indicación de vida extraterrestre y aún es muy controvertida. Por otro lado, existe el meteorito Murchison, que contiene uracilo y xantina, dos precursores de las moléculas que configuran el ARN y el ADN.  

Fuente: Wikipedia

-El Inicio de la Vida - Parte 1/9 (CASTELLANO) ¿Panspermia?:




Los tardígrados sobreviven en el espacio sin oxígeno

Los tardígrados u osos de agua, unos diminutos invertebrados de entre 0,1 y 1,5 milímetros que habitan en los océanos y en lugares húmedos en tierra, han confirmado lo que los científicos sospechaban: que pueden sobrevivir a las condiciones hostiles del espacio abierto... sin escafandra. Hace ya casi un año que los primeros tardinautas regresaron a la Tierra tras pasar 12 días en órbita en la nave no tripulada rusa Foton-M3, en un experimento de la Agencia Espacial Europea (ESA) cuyos resultados no han sido publicados hasta ayer en la revista Current Biology.

Los tardígrados, los primeros seres vivos a los que se somete a esta experiencia, fueron elegidos por la capacidad que tienen de desecarse y detener su metabolismo (criptobiosis) en un entorno adverso en el que falta el agua, en una especie de hibernación que puede durar hasta diez años y de la que se recuperan en cuanto las condiciones de vida son favorables. Durante su viaje fueron directamente expuestos a las condiciones extremas del espacio abierto: el vacío, la falta de oxígeno.
Fuente: EFE
Hermoso ejemplar de "osito de agua".
El espacio exterior es un medio inimaginablemente más hostil que cualquiera de los que tenemos en nuestro planeta, sea éste el desierto de Gobi, el  Himalaya o los hondos y densos pozos del océano índico. Pero su hostilidad no representa un obstáculo para las especies que habitamos la Tierra, incluso para nosotros.

Proceso de "Criptobiosis".
La ciencia concluyó hace unos meses que nosotros, los chimpancés y los perros podemos sobrevivir unos instantes en el espacio, pero en el día de ayer se ha llegado a la conclusión de que existe otro tipo de organismos que nos supera en tiempo viviendo en el espacio: los tardígrados u osos de agua.
 
Tardigrada embarazada.
Estos simpáticos animalejos que se asemejan a una oruga tienen la capacidad de sobrevivir en el medio espacial por hasta diez días según lo que han concluido científicos de la Kristianstad University, quienes enviaron dos especies de tardígrados al espacio exterior y los sometieron a algunas pruebas para probar su resistencia.


Así, algunos osos de agua tuvieron que soportar la presión del espacio y otros la acción de radiación ultravioleta de onda larga y de onda media, e incluso algunos lo soportaron todo junto.
No sólo sobrevivieron diez días en estas arduas condiciones, sino que además un 10% de los que fueron sometidos a la acción de ambos agentes destructivos lograron sobrevivir a ello al volver a un sistema de agua.

Los tardígrados son animales pequeños (de no más de 1,5 milímetros) que habitan en picos de montañas o en sedimentos, y a pesar de su tamaño y su aparente inocencia han probado (en esto al menos) que son más fuertes que nosotros los humanos; es más, algunas especies de tardígrados pueden sobrevivir hasta una década sin humedad.


Fuente: Scientific American

Criptobiosis

Tal vez la cualidad más fascinante de los tardígrados es su capacidad, en situaciones medioambientales extremas, de entrar en estados de animación suspendida conocidos como criptobiosis. Mediante un proceso de deshidratación, pueden pasar de tener el habitual 85% de agua corporal a quedarse con tan solo un 3%. En este estado el crecimiento, la reproducción y el metabolismo se reducen o cesan temporalmente y así pueden pasar cientos, quizás miles, de años. A mediados de siglo XX, un científico holandés añadió agua a algunos tardígrados secos que estaban sobre la hoja de un helecho que llevaba seca en un museo desde el siglo XVII y, tras 200 años, se despertaron y continuaron su vida normalmente. Esta resistencia permite a los tardígrados sobrevivir a temporadas de frío y sequedad extremos, radiorresistencia a la radiación ionizante y resistencia al calor y la polución. Existen estudios que demuestran que, en estado de metabolismo indetectable, pueden sobrevivir a temperaturas que oscilan entre los -272º C y los 149º C, así como a la inmersión en alcohol puro y en éter. Científicos rusos afirman haber encontrado tardígrados vivos en la cubierta de los cohetes recién llegados de vuelta del espacio exterior. Recientes investigaciones demuestran que son capaces de sobrevivir en el espacio exterior. Otra posible faceta sorprendente de estos invertebrados es que existen indicios importantes de que son eutélicos, es decir que el número de células de su cuerpo sería fijo para cada especie, como les ocurre a los nemátodos.

Los tardígrados se alimentan de bacterias, algas, criptógamas, rotíferos, nemátodos y otros invertebrados microscópicos. Normalmente sorben sus células pero en ocasiones ingieren los organismos completos.

Fuente: Wikipedia


-Pequeña descripción e información sobre ellos (Castellano e Inglés):

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